En realidad, esto no fue pensado como una nueva entrada, o nuevo artículo, pero le di mal a la tecla, y publiqué el anterior sin darle ningún nombre, y tecnicamente, sin saber como.
Pido disculpas por el error.
Volviendo al tema imperialismo, el proletariado, los pueblos, y los gobiernos, especialmente los de Latino América.
Hablaba anteriormente de la necesidad imperial de nuevos proletarii, (leyendo el artículo anterior,explico el término y su origen), como también de nuevos gurues, que no son otra cosa que los ministros de finanzas. Los vemos pronosticando, exibiendo, crecimientos económicos grandiosos, al mismo tiempo de una creciente e imparable hambruna, una pobreza cada día mayor, sumando los desastres ecológicos actuales y los venideros, entre otros.
Este crecimiento económico de ganacias siderales para los bancos, empresas internacionales, desmesurado crecimiento de los activos de los activos empresariales, de fortunas personales, con la mayoría de sus poblaciónes sometidas a politicas "asistenciales" a empleos temporales y una apatía convertida en ausencia de conflictos sociales y sindicales, que caracterizaron los años 60/70.
Cómo se terminó con las luchas sociales, la rebeldía de aquellos años?
Con la "doctrina de seguridad nacional exportada y sostenida por Washington.
Luego vino el proceso democrático constitucional, como los propios documentos del Departamento de Estado norteamericano y constituido hoy por politicos burgueses (de derecha y de izquierda) consiguió desactivar y desgitimilar los conflictos empleando los medios de comunicación.
Los actuales regimenes como Chile, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay, Argentina, por nombrar algunos, son las herramientas alternativas usadas por los Estados Unidos para preservar el "orden" de los negocios, del saqueo.
La creación del terrorismo y el narcotráfico.
Luego, tenemos la lucha contra el narcotráfico. Para luchar contra el narcotráfico y la seguridad social, se necesitan más fuerzas del orden, más militares, más carne da cañon, en una palabra mas proletarii, que serían hoy los desocupados, los de bajo nivel escolar, los que no logran salir del nivel de pobreza, los desesperados. A ellos seran los que ocuparán lugar en las filas de los planes como el Plan Colombia, Plan Mérida o México, Plan Panamá, y los otros por venir, o bien, en puestos policiales, guardando el orden, que da la pobreza.
No olvidando la lucha contra el terrorismo.
Para todo ello se necesitan los nuevos proletarii para cuidar el patio trasero de los Estados Unidos, y lo hacen con gusto enviando tropas de "paz" a Haití, a África, al Medio Oriente.
Este es el panorama. Las cosas no han cambiado como dice esta nueva "izquierda", o "gobiernos progresistas" como ellos mismos se autotitulan. No puede haber ningún cambio, sin un cambio total de las estructuras, principalmente, si lo que no cambia es este tipo de democracia representativa. Mientras haya plutocrácia, no habrá democrácia.
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