miércoles, 3 de diciembre de 2008

¡Se adueñan de la tierra!


GRAIN
Las crisis alimentaria y financiera actuales, aunadas, desencadenaron un nuevo ciclo mundial apropiación de tierras. Los gobiernos con “inseguridad alimentaria”, que dependen de las importaciones para alimentar a sus pueblos, se están adueñando rápidamente de tierras agrícolas por todo el mundo en las cuales producir sus propios alimentos fuera del país. Las corporaciones de alimentos y los inversionistas privados, ávidos de ganancias en medio de la profundización de la crisis financiera, ven la inversión en tierras agrícolas extranjeras como una importante fuente nueva de ingresos. El resultado es que las tierras agrícolas fértiles se privatizan y concentran cada vez más. De no poner coto a este proceso, el acaparamiento mundial de tierras podría significar en numerosos lugares del mundo el fin de la agricultura en pequeña escala y del campo como medio de vida y sustento.
Introducción
La apropiación de tierras es un proceso que ha venido ocurriendo por siglos. Basta con pensar en el “descubrimiento” de América por Colón y en la brutal expulsión de las comunidades indígenas que desencadenó, o en los colonialistas blancos que se adueñaron de los territorios ocupados por los maoríes en Nueva Zelanda y por los zulúes en Sudáfrica. Es un proceso violento muy vivo hoy en día, de China a Perú. No pasa ni un solo día sin que la prensa nos informe de las luchas por la tierra —y empresas mineras como Barrick Gold invaden las montañas de América del Sur, o corporaciones de alimentos como Dole o San Miguel estafan a los campesinos filipinos para quedarse con sus derechos sobre la tierra. En numerosos países los inversionistas privados están comprando grandes extensiones para disponer de ellas como parques naturales o áreas de conservación. Y a dondequiera que uno mire, la nueva industria de los agrocombustibles, promovida como respuesta al cambio climático, parece basarse en expulsar a la gente de su tierra.
No obstante, algo más peculiar está ocurriendo. Las dos grandes crisis globales que estallaron en los últimos 15 meses —la crisis alimentaria mundial y la crisis financiera, más vasta, de la cual la crisis alimentaria es parte — [1] están engendrando una nueva y preocupante tendencia a comprar tierras para la producción dislocada de alimentos. Son dos las agendas paralelas que impulsan a dos tipos diferentes de acaparadores de tierras. Pero aunque sus puntos de partida difieran, sus pasos terminan convergiendo.
Frente al desplome financiero actual, toda suerte de actores de las finanzas o la industria alimentaria —las casas de inversión que manejan las pensiones de los trabajadores, los fondos de capitales privados que buscan ganancias rápidas, los fondos de cobertura que huyen del mercado ahora derrumbado de los instrumentos derivados, los comerciantes de granos que buscan nuevas estrategias de crecimiento— están recurriendo a la tierra, para producir alimentos, para combustibles, y como nueva fuente de lucro. La tierra misma no es una inversión típica para gran parte de esas empresas transnacionales. De hecho, es tan fácil que la tierra se vea envuelta en conflictos políticos que muchos países ni siquiera permiten que pueda ser propiedad de extranjeros. Y la tierra no se valoriza de la noche a la mañana, como los cerdos cebados o el oro. Para tener rentabilidad los inversionistas necesitan aumentar las capacidades productivas de la tierra —y a veces incluso ensuciarse las manos dirigiendo en los hechos un establecimiento agropecuario. Pero las crisis alimentaria y financiera, juntas, han convertido las tierras agrícolas en un nuevo activo estratégico. En muchos lugares de todo el mundo los precios de los alimentos son altos y los precios de la tierra son bajos. Y la mayoría de las “soluciones” a la crisis alimentaria hablan de extraerle más alimentos a la tierra con que contamos. Así que queda claro que va a ser negocio el tener el control de las mejores tierras, cerca de suministros de agua disponibles, cuanto antes.
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China: gobierno y sector privado,África, Asia Central, Rusia, América del Sur, Asia sudoriental, Soya(soja)
En la primera mitad de 2008, el Ministerio de Agricultura de China redactó una medida oficial central para alentar a las empresas nacionales a adquirir (rentando o comprando) tierra en el extranjero con fines agrícolas, especialmente para asegurarle a China el suministro de soja a largo plazo. Se suponía que cinco empresas estatales serían escogidas para llevar a cabo el plan. A mediados de año se supo que la medida quedó momentáneamente en suspenso.
Suntime: Australia, Cuba, Kazajstán, México, Rusia, América del Sur
El grupo Suntime International Techno-Economic Cooperation, que ya ha creado alianzas de empresas (joint ventures) para la producción de arroz en Cuba (5 mil hectáreas) y México (1 050 hectáreas), invertirá en producción agrícola en Asia Central. Según Zhang Xichen, ejecutivo de alto rango de Suntime, “Sostener a las empresas para que arrienden o incluso compren tierra en el extranjero para producir granos es una forma efectiva de salvaguardar la seguridad alimentaria de China”. Suntime ya tiene actividades en Kazajstán y le gustaría invertir también en Rusia, América del Sur y Australia.
De gobierno a gobierno, Brasil, soja.
Según el Financial Times, el ministro de agricultura chino mantiene conversaciones con Brasil para adquirir tierras agrícolas para la producción de soja.
Países del Golgo, De gobierno a gobierno, Estados árabes, Brasil, sudeste asiático, productos alimenticios básicos.
En marzo de 2008, los ministerios de comercio, economía y finanzas del Consejo de Cooperación del Golfo emitieron una recomendación conjunta de que los miembros de dicho Consejo consideran establecer una empresa conjunta o un fondo común para producir alimentos en el exterior, en el sudeste asiático, Brasil y otros países árabes, para abastecer el mercado del Consejo. También propusieron crear un equipo de trabajo para monitorear los proyectos, establecer una estrategia y una política comunes de procura de alimentos así como mecanismos comunes de compra de alimentos.
Sector privado, Argentina, Brasil, Birmania, Paraguay, Uruguay;semillas oleaginosas, legumbres, posiblemente cereales y etanol.
En septiembre de 2008 se dio la noticia de que 14 compañías indias de aceite vegetal, incluidas Ruchi Soya y ks Oils, formaron un consorcio para comprar grandes extensiones de tierra en el extranjero para producir soja, girasol y legumbres, como forma de sobrellevar los altos costos de la producción interna. El grupo está negociando con los gobiernos de Birmania, Paraguay y Uruguay para el arriendo o compra de tierras. Un informe dice que ya se identificaron 10 mil hectáreas en Paraguay para el cultivo de soja y que hay nuevas ofertas en ciernes para Brasil y Argentina. El grupo establecerá un vehículo especial de inversión con un capital inicial de 2 mil millones de inr (45 millones de dólares) para autofinanciar el 25% de las operaciones y conseguir préstamos para el resto.
Sector privado, China, América del sur, Asia sudoriental,
Según varias fuentes, algunas empresas japonesas poseen aproximadamente 12 millones de hectáreas de tierras agrícolas en China, el sudeste asiático y América del Sur.
Saudi Arabia, gobierno y sector privado, Brasil.
En agosto de 2008 se informó que el nuevo embajador saudí en Brasil intenta activamente crear oportunidades en el sector brasileño de los agronegocios para inversionistas saudíes. Esto podría implicar la creación de un emprendimiento conjunto de producción de alimentos, presumiblemente para abastecer el mercado saudí, en el cual Brasil pone la tierra y el conocimiento, Arabia Saudita el capital y Singapur la logística.
Corporación Financiera Internacional(Banco Mundial), África, Argentina, Brasil, Kazajstán, Paraguay, Rusia, Ucrania, Uruguay
En septiembre de 2008, la cfi, la rama de inversiones comerciales del Banco Mundial, anunció que aumentaría considerablemente sus inversiones en el desarrollo de agroindustrias, debido al interés del sector privado de buscar beneficios a través de la crisis alimentaria. Parte de sus gastos se destinarán a traer tierras “subutilizadas” hacia la producción. El Banco Mundial ya trabaja arduamente para asegurar que las tierras agrícolas de países como Ucrania puedan ser vendidas a inversores extranjeros mediante reformas del mercado. En 2008, la cfi gastó 1 400 millones de dólares en la cadena de abastecimiento de la agroindustria, de los cuales 900 millones fueron directamente a compañías de ese rubro.
Louis Dreyfus(Holanda ;Argentina, Brasil, Cono sur ,soja, maíz, algodón, posiblemente ganado
A través de Calyx Agro, su fondo de capitales privado para la adquisición de tierras agrícolas en el sur de América latina, Louis Dreyfus Commodities ya posee 60 mil hectáreas de tierras en Brasil, a las cuales ya ha comprometido 120 millones de dólares (aig puso 65 millones de dólares). Se espera obtener beneficios en la reventa, debido al aumento de la productividad de las tierras.
información completa: www.grain.org/m/?id=216

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