Los niños no tienen voz, no votan, no interesan.
El niño sin techo, sin padres presentes, sin protección,es invisible.
Invisibles pero no siempre.
Argentina:
El viernes 25 de julio en la Municipalidad de la Plata fueron atacados brutalmente. Denunciaron continuos ataques violentos por parte de un grupo organizado y armado.
Un grupo de autoconvocados por los derechos de los pibes en la calle realizó una movilización a la Municipalidad de la Plata y posteriormente un escrache a la Comisaría 1a para denunciar las agreciones que durante cuatro días seguidos los chicos sufrieron por parte de dicha comisaría y con participación de bicipolicías. El Estado Municipal y Provincia no dan respuestas concretas.
No hay recursos para esos niños, ni los miles que habitan Argentina.
No solamente no hay recursos, se les persigue, castiga, de alguna forma o otra se les mata.
Mientras tanto, unos pocos empresarios del agro se opusieron a contribuir para el bien común.
A ninguno de ellos se les ha persguido, a ninguno de ellos, se les llevó presos por sus cortes, por el vaciamiento de miles de litros de leche desde sus tanques.
Los de "ollas de teflón", tampoco ven la pobreza en la que viven sus trabajadores, de ellos nadie ha hablado durante todo este conflicto.
Ser pobre es ser innombrable.
Qué diría Evita, de este peronismo?
En Perú, cerca de 300 menores intentaron suicidarse en el primer trimestre del año, informa la Dirección de Salud Mental (DSM) del Ministerio de Salud.
Estos niños, viven con sus familias, van a la escuela.
Las principales causas son la depresión, poco control de impulosos, falta de comunicación.
La sociedades en que vivimos, están enfermas. No podemos proteger a nuestros niños, aún teniendo recursos.
Uruguay: Maltrato en el hogar, muertes de bebes por maltrato, denuncias a la INAU, violaciones, etc.
Ahora, las autoridades impedirán a los chicos "trabajar", pidiendo en las calles, en los omnibuses, o vendiendo caramelos o estampitas, como si esto solucionara el problema.
En Panamá y Argentina se han denunciado que laboratorios multinacionales experimentan con los niños pobres, ya sea en vacunas u otras medicinas. Quién investiga?
El Papa, en Australia hablando del consumismo, pidiendo que la gente no consuman tanto.
"Don Benedicto", quién consume?
Los millones de niños en situación calle? Los millones de niños que mueren lentamente de hambre en Àfrica?
En América Latina?
Los niños gitanos de Italia, país donde Ud habita? O los muchos niños que también viven en Europa y Estados Unidos en igual o parecida situación?
En lugar de llamar a no consumir, debería ser un llamado a los que consumen, a los que se sientan en buena mesa, como Ud, don Benedicto.
"El fracaso de Ronda Doha" de la Organización Mundial de Comercio colapsó por descuerdos en torno a la agricultura.
Qué esperaban?, si Washington tiene como siempre la última palabra.
Anteriormente a la reunión, la representante de Estados Unidos, Susan Schwab, había dicho que la esperanza de un acuerdo se habían frustrado.
Mientras tanto, estos señores y señoras discuten el hambre avanza. Los niños y niñas de los mal llamados países emergentes, se sumergen en las "amarguras que da la pobreza", como dice el tango.
Los gobiernos de los países "emergentes", ante tanta frustración, juegan a sastre, recortan. Son muy buenos para las tijeras.
En Santa Fé, por dar un ejemplo, ante la inminente caída de los planes capacitación que dejaran sin sustento a 16oo familias, el aumento de la canasta familiar, y el 25% de la población bajo la línea de pobreza, la Central de Trabajadores Argentinos y numerosas organizaciones populares convocan a una marcha el jueves próximo.
Otra vez, la situación cada vez peor a que se ven afrontados los niños.
CEPAL, en su último informe dice que hay 100 millones de indigentes en América Latina. Cuántos de ellos son niños?
No sólo los gobiernos, ni la Organización Mundial de Comercio son culpables. Cada uno de nosotros lo somos, con nuestra indiferencia, o con las excusas del no poder hacer nada y mirar para otro lado. O bien, pidiendo más "seguridad", por los problemas que estos niños y niñas causan a la sociedad.
Si no somos capaces de prestarles nuestra voz, en nuestros reclamos, de verlos, no como un problema, causado por ellos, si no por un problema de la sociedad capitalista en la que vivimos, no podremos jámas avanzar en la construcción de una sociedad más justa.
La inclusión de ellos en nuestra lucha es urgente y necesaria.
Nadie puede garantizarnos que mañana no sean nuestros propios hijos, o nuestros nietos los que tengan que sufrirlas.
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