Movilización regional se concentra en Embajadas de Estados Unidos para repudiar a la IV Flota gringa.
El 1 de julio se desarrolló en Montevideo, coordinada con fuerzas populares y revolucionarias de Argentina, una movilización de repudio al regreso a los mares de la IV Flota yanqui.
Un acontecimiento de esta índole no podía quedar sin respuesta, sin denuncia, sin señalamiento.
El 1 de julio se desarrolló en Montevideo, coordinada con fuerzas populares y revolucionarias de Argentina, una movilización de repudio al regreso a los mares de la IV Flota yanqui.
Un acontecimiento de esta índole no podía quedar sin respuesta, sin denuncia, sin señalamiento.
Es que como bien dice, Fidel Castro, “sus fines intervencionistas no necesitan demostrarse. Los propios jefes militares en sus declaraciones lo divulgan de forma natural, espontánea e incluso discreta. Agobiados por los problemas del precio de los alimentos, la energía, el intercambio desigual, la recesión económica en el mercado más importante para sus productos, la inflación, los cambios climáticos y las inversiones requeridas por los sueños consumistas, comprometen el tiempo y las energías de dirigentes y dirigidos.
Lo real es que la decisión de restablecer la IV Flota se anuncia en la primera semana de abril, casi un mes después que el territorio de Ecuador fuera atacado con bombas y tecnología de Estados Unidos y por presión suya, matando e hiriendo a ciudadanos de diversos países, lo cual causó profundo rechazo entre los líderes latinoamericanos en la reunión del Grupo de Río que tuvo lugar en la capital de la República Dominicana.
Peor aún: el hecho se produce cuando es casi unánime el rechazo a la desintegración de Bolivia promovida por Estados Unidos. Los propios jefes militares explican que tendrán bajo su responsabilidad a más de 30 países cubriendo 15,6 millones de millas cuadradas en las aguas adyacentes de Centro y Suramérica, el mar Caribe y sus 12 islas, México y los territorios europeos en este lado del Atlántico”.
Pero, recogiendo la dignidad de nuestros pueblos, diversos sectores salieron a la calle para dirigirse a la Embajada de Estados Unidos.
En la movilización se veía la columna de los “fogoneros”, con su autodefensa, banderas de la Juventud Guevarista y de la agrupación estudiantil “Venceremos”, así como pancartas de Plenaria Memoria y Justicia, entre otros.
Cerca de las 20 horas salieron desde la Universidad hacia la Embajada de Estados Unidos coreando consignas antiimperialistas. Al llegar se toparon con un fuerte dispositivo policial, que no inhibió a los manifestantes. Se leyó una proclama común, se encendió la bandera de los “gringos”, y se estamnpó de rojo sangre a la Embajada de los asesinos, y a la policía que los custodiaba.
Concluyó así un nuevo hecho de resistencia que mantiene viva la llama de la acción y la unidad antimperialista.
Eviado por: Artigas
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